Mathias Calfani dialogó con Básquet Caliente y contó con lujo de detalle toda su experiencia en Canadá, en la histórica noche que San Lorenzo se midió ante Toronto Raptors.
En primer lugar hizo referencia a la ciudad de Toronto: “Desde el primer momento que pudimos salir a caminar un poco y recorrer la ciudad, quede maravillado con lo que son las edificaciones. Es una ciudad muy linda, muy grande y con paisajes muy lindos. Lo que más me sorprendió fue la seguridad, podes andar por la calle tranquilo de que no te va a pasar nada. También es una ciudad muy limpia y con un tránsito muy ordenado, con pocos embotellamientos para la cantidad de autos que hay. Tiene impuestos muy altos, producto de que se está pagando seguridad y limpieza para la comunidad. También pudimos visitar una de las torres más altas de América y la vista desde arriba es increíble.”
En cuanto a las instalaciones del Air Canada Center comentó “entrenamos todos los días dentro del Air Canada Center pero en la cancha secundaria, la cual tenía las medidas reglamentarias. Además, tenía una puerta que conectaba con un gimnasio de pesas muy completo. En total entrenábamos unas tres horas por día. A la cancha principal fuimos el día del juego por la mañana. Todas las instalaciones eran de primer nivel y todo estaba a nuestra disposición para ser utilizado: cama para vendaje, agua, bebidas energéticas, etc. Una de las cosas que más nos llamó la atención fue el día que llegamos, que fuimos a la cancha principal a sacarnos fotos y vimos que el piso de la cancha estaba blanco con unos dibujos en azul y al día siguiente cuando fuimos a entrenar por la mañana estaba el piso de los Raptors. Resulta que el piso del gimnasio se modifica dependiendo de si se va a jugar hockey sobre hielo o básquet y demora ocho horas en cambiarse. Cuesta creer que se jueguen los dos deportes en el mismo estadio.”
Con relación a todo lo que confiere un espectáculo NBA tanto dentro como fuera de la cancha dijo “el día del partido desde que me levanté me sentía con ansiedad y un poco de nervios. En todo momento había cámaras de la NBA y de ESPN que te seguían, filmaban todo lo que hacíamos en grupo y los recorridos que hacíamos por la ciudad, la ida a las prácticas y el día del partido más aún. El estadio estaba a una cuadra del hotel e igual nos dieron un ómnibus para que nos desplazáramos. Esta medida, si bien forma parte del espectáculo, se hace para preservar la seguridad de los jugadores ya que el ómnibus te deja adentro del estadio y adentro hay guardias de seguridad cada 10 metros que te van marcando el camino hasta llegar al vestuario y durante ese trayecto ya veías a la gente entrando y a las bailarinas. Fue un espectáculo muy lindo, la presentación del plantel de Toronto fue muy buena al igual que los shows durante los tiempos muertos y en el entretiempo. Llama la atención como están atentos a cada mínimo detalle para que todo salga de la mejor manera, los espectadores pueda disfrutar del show y los jugadores se sientan cómodos.”
Por último hizo referencia al partido en sí y a las diferencias entre ambos equipos: “en cuanto a la forma de juego, se notaba una gran diferencia entre la de ellos y la nuestra. Ellos tienen una forma más intensa, corren la cancha, utilizan sistemas cortos, juegan mucho más al contraataque y a la primera situación de ventaja ya toman el tiro mientras que nosotros planteamos una ofensiva mucho más trabajada en busca del mejor tiro, usamos el reloj de 24 y no somos tanto de correr y tirar. Otra de las diferencias está en la capacidad atlética ya que los jugadores de cualquiera de las cinco posiciones son todos fuertes, saltan y por ejemplo en un ataque rápido desde el base al pivot la pueden hundir. Muy pocas veces ves un jugador lento y ese es un rubro en el que sacan ventaja. Con respecto al arbitraje, los jueces permiten jugar más y prestan mayor atención a los detalles, en parte por la diferencia en las reglas ya que por ejemplo no podes estar más de tres segundos dentro de la pintura en defensa. También toman muy en cuenta el semicírculo de protección y respetan la verticalidad a la hora de defender. Otro rubro en el que se nota la diferencia es en los detalles dentro del juego, como la posibilidad de que un jugador pida tiempo y que haya más tiempos muertos y de distinta duración así como también los 8 minutos extra de juego que parece que no son nada pero dentro de la cancha se sienten y más teniendo en cuenta el nivel y la intensidad a la que se juega.”
