En una gran noche de clásico, Nacional venció como local a Peñarol en cifras de 94-78 (16). Tras ganar un partido que por momentos fue reñido, los de Ponce comienzan a cerrar la Rueda Por el título con buen nivel de cara a los Playoffs.
El primer chico fue el más cerrado de todos, y tuvo un inicio caliente; desde el primer momento, ambos buscaban imponerse y, con la presión que conlleva jugar un clásico, las pulsaciones estaban por las nubes. El juego comenzó con una ráfaga de goleo del Carbonero de la mano de Johnson -goleador de la noche- y Serres, pero Nacional rápidamente empataría el score ayudado por Giorgetti y Anderson, grandes valores del conjunto local. Este pasaje del encuentro vio a un Peñarol más interesado en, curiosamente, atacar la pintura moviendo el balón, dado que sin su máxima figura en esa zona -Vargas-, podría dar cierta ventaja. El trío de extranjeros en el Bolso eran los que mantenían el score igualado, y el visitante los padeció. El marcador al primer descanso fue de 20-21 (1).
En el segundo el juego dio un giro inesperado, y es que Nacional apabulló al rival, tomando importantes diferencias en un abrir y cerrar de ojos. El aro estaba gigante y el goleo Tricolor llegaba por todos lados, mediante varias manos además. De media distancia siendo importantes Semiglia y Anderson, como también Prieto y Giorgetti desde más allá de los 6,75, los de Ponce mediando el chico ya tomaban nueve de renta frente a un Peñarol atónito, que no marcaba, y en ataque estaba perdido. Nuevamente, con minutos deluxe del trío de extranjeros, el local siguió estirando y estirando, tal fue así que sacó +18. Johnson y Granger eran quienes asumían las ofensivas de la visita, y si bien no eran efectivos -hasta el momento-, un triple del mencionado Jason cerrando la primera mitad dejaba al Carbonero con ilusión de mejorar en la segunda parte, con el marcador en 50-35 (15).
En el tercero las cosas de a poco empezaron a cambiar, y es que Peñarol comenzó a atacar de una manera nueva, probablemente analizada en el entretiempo. La idea era buscar el pick para cambiar la marca y que Anderson defienda a Shaquille -esto lo hicieron un sinfín de veces-, y allí sacar ventaja del 1×1 -recurso más utilizado- o aprovechar que el referente de la pintura del Bolso no estaba donde debía para, con movimientos de balón, subir al aro. El inicio de Nacional fue bueno, y tuvo tres minutos donde, con los titulares, mantenían las diferencias incluso encontrando tiros abiertos desde larga distancia. Sin embargo, el problema llegó cuando aparecieron los cambios, y es que Acosta de a poco se apagó, junto a un Semiglia displicente, lo que permitió al rival no solo recuperar la pelota fácil -tiros mal tomados-, sino también atacar con menos oposición. Para la suerte de Ponce, el tercer cuarto terminaría con una diferencia de +12 puntos, con un score de 70-58.
El último tuvo un arranque furioso del Carbonero, que en defensa se sintió cómodo tras los primeros minutos de Agarbado en cancha por el local; esto significó poner el foco en Matthews y Semiglia, ya que como es sabido, Abel no es una mano confiable desde el lanzamiento. En ataque, el 1×1 fue fundamental en los de Signorelli, y entre Johnson y Granger, quienes venían enchufados desde el chico anterior, acortaron el score a una distancia de tan solo cinco puntos. En este momento, Nacional volvió a entrar en juego, y corriendo la cancha de a poco volvió a estirar. Además, camino al cierre del encuentro, Jordan Matthews se encendió por completo, y con tres bombazos sentenció el partido. El marcador final fue de 94-78 (16).
MVP: Jordan Matthews
Por segunda fecha consecutiva, Jordan fue clave para Nacional, y más aún en momentos donde el gol no llegaba, evidenció estar en un gran nivel. Además, volvió a cumplir con el rol de generador, demostrando haberse adaptado a las ideas de Ponce. Con un cierre de partido magistral para asegurar la victoria, plasmó 25 puntos, 2 rebotes y 1 asistencia.
Estadísticas
Por cuartos: Nacional 20-21, 50-35, 70-58, 94-78
Jueces: A. Sánchez Varela, A. Bartel, V. García
