Estados Unidos derrotó cómodamente a Serbia en cifras de 96-66 (30) y se coronó campeón de forma invicta, logrando la tercera medalla dorada consecutiva. Los serbios aguantaron el primer cuarto y ya en el segundo, con un sensacional Kevin Durant, los norteamericanos quebraron el juego colocando un parcial de 33-14 para irse 23 arriba al descanso largo: 52-29. En la segunda mitad, los dirigidos por Krzyzewski siguieron aumentando la diferencia, que llegó a ser de 41 y en los minutos finales los balcánicos decoraron el score. Kevin Durant fue la gran figura del espectáculo con 30 puntos, secundado por Demarcus Cousins con 13 y 15 rebotes. El goleador serbio fue Nemanja Nedovic con 14 unidades, seguido por Macvan con 11.
