Una situación particular se dio previo al inicio del juego entre Olimpia y Larre Borges. Una de esas cosas que si pasa en la mayoría de las canchas de nuestro país, el partido seguramente debería ser suspendido.
En el calentamiento que realizaba Olimpia sobre la calle Garzón, Gastón Páez se colgó del aro cuando el mismo estaba culminando y terminó rompiendo una de las piezas de la «jirafa» que sostiene la tabla; provocando que el aro baje por lo menos 15 centímetros de su lugar normal.
Los jueces se percataron del hecho a menos de dos minutos del inicio del juego y en Olimpia rápidamente se comenzó a trabajar para solucionar el inconveniente. en el club se encontraba una persona que se dedica exclusivamente a reponer ese tipo de cosas y soldador en mano hizo su trabajo en tiempo casi record. A pesar de que el partido se pospuso unos 20 minutos, se pudo jugar con total normalidad y de hecho hasta sufriendo alguna hundida durante la segunda mitad.