Frase celebre del Dr. Corchs en la transmisión de Sport 890 para definir el momento de Kevin Young en las semifinales. El jamaiquino fue el mejor pívot de la Liga en el Clasificatorio y hasta estos juegos promediando 18 puntos, 10 rebotes en 37 partidos. Números muy buenos, pero la sensación fue que desde los juegos ante Urunday y en semis se “fundió” y nunca más fue determinante. En el decisivo juego perdió feo ante Freeman. Young en el año tuvo partidos de 30, 26, 25 puntos y una presencia decisiva y en las 5 semifinales aporto (10, 15, 11, 14 y 10 puntos). Su último gran juego fue ante Urunday el 7 de marzo anotando 24 puntos, 10 rebotes y jugando 38´. Se desplomó y Trouville lo sintió.
