Basquet Caliente

Clínica Serbia

Fuente: Basquet Plus
El mejor equipo del torneo contra la historia. Contra la historia de Serbia y contra la historia propia, porque nunca Australia había podido ser lo que amenazaba, ni siquiera en la época de Gaze, Longley, Bradtke, Heal, Vlahov y demás. Sus fracasos, si fracaso es no conseguir el objetivo propuesto, fueron varios. Pero esta vez parecía que tenían todo para romperlo. Sin embargo, no hubo nada de eso: Serbia jugó un partido fenomenal, especialmente en el costado defensivo y se quedó con una aplastante victoria por: 87-61.
Serbia salió al campo con una agresividad defensiva que nadie había mostrado en este torneo, y menos contra Australia, que en principio no iba a esquivar el bulto porque una cosa que diferencia a esta Australia de otra anteriores es su capacidad de combate (Dellavedova, Ingles, Bogut, Baynes). Sin embargo, los serbios fueron implacables con sus perros de presa (Kalinic sobre todo) raspando a los australianos al máximo, pegándose cara a cara con Mills, no permitiendo que su rival moviera el balón con fluidez y atacando el aro desde Teodosic, que junto con Raduljica se adueñaron del juego en la primera mitad.
Tras un primer cuarto en el que Australia no tuvo accesos al gol (perdió 16-5), Lemanis buscó variantes, pero no podía encontrar alternativas ofensivas, porque todos los caminos los tenía cerrados, le faltaba convicción para atacar y claramente la empezaron a invadir las dudas. Era tan diferente la actitud y confianza de los serbios, presionando la bola, saltando a doblar y yendo al rebote, que Australia desapareció de la cancha. Los serbios le permitieron anotar apenas ¡14 puntos! en toda la primera mitad, dejándolos en un pésimo 21% de cancha (6/29), doblándolo en los rebotes (29-15) y forzándolo a perder 11 pelotas. Impresionante lo de Serbia, que se llevaba el segundo cuarto por una inesperada diferencia de 21 (35-14), con Teodosic como goleador (12), pero con el equipo y la defensa como figuras.
Australia amenazó con un intento de reacción sin demasiado convencimiento y se encontró con una Serbia tan sólida y tranquila que ni se mosqueó y siguió jugando su juego: defensa al límite en su media cancha, buenos tiros, pelota a Teodosic y a otra cosa. No solamente mantuvo Serbia la diferencia sino que la amplió hasta subirla a 28 al final del cuarto: 66-38. Un paseo memorable entre dos equipos de la misma talla y donde Australia llegaba como favorito, al menos por lo hecho en el torneo.
El último cuarto, obviamente, no modificó nada sustancialmente. Australia ya no tenía tiempo pàra dar vuelta la historia y se resignó, una vez más, a quedarse en las puertas de las gateras cuando tenía todo para meterse en su primera final olímpica. «La diferencia con otras Australias es que esta vez creemos», nos había dicho Bogut hace dos días. No lo suficiente. Fue 87-61 para Serbia, con 22 puntos de Teodosic, la figura que manejó el partido. El domingo, a las 15.45, definirá la medalla de oro con Estados Unidos, reeditando la final del Mundial de España 2014.

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