Uruguay derrotó a Panamá por 79 a 68 (11) en su última actuación por la AmeriCup 2017, sellando así el reencuentro ante su público con una sólida victoria. Jayson Granger fue el goleador del encuentro con 20 puntos, con 6 rebotes y 6 asistencias.
El partido se jugó a un ritmo un poco más elevado que los anteriores, pero Uruguay controló el partido en todo momento. A excepción de algunos minutos en el último cuarto donde Panamá pudo correr más la cancha y maquillar la derrota, el encuentro se jugó a lo que propuso la celeste. Nuevamente Uruguay tuvo una muy buena eficiencia defensiva los primeros tres cuartos, permitiendo a su rival anotar únicamente 73,3 puntos cada 100 posesiones, para cerrar el partido permitiendo un promedio de 87,3.
A su vez, en los primeros tres cuartos el equipo dirigido por Signorelli tuvo una altísima eficiencia ofensiva, anotando 122 puntos cada 100 posesiones. En el tercer cuarto, donde se dio el quiebre del partido, este promedio alcanzó los 143 puntos, con un altísimo 64,7% en tiros de cancha y perdiendo sólo 3 pelotas. En el global del partido Uruguay jugó su mejor partido en ofensiva, anotando un alto promedio de 100 puntos cada 100 posesiones.
El %eFG es otra muestra del altísimo poderío ofensivo uruguayo en los primeros tres cuartos: alcanzó un 73,3%, para cerrar el partido en 56,6%. El alto porcentaje en triples en esos primeros 30 minutos (54,2%, 13/24) explica que la celeste haya podido alcanzar dicha efectividad en ataque. Hernando Cáceres tuvo un muy buen ingreso pudiendo destacarse en este aspecto, aprovechando espacios para tirar cómodo, encestando 3/4 (75%), y a su vez tanto Bruno Fitipaldo (3/5, 60%) como Jayson Granger (3/6, 50%) fueron muy efectivos desde 6,75.
El único aspecto donde Panamá dominó fue en la lucha por el rebote, donde tomó 31,6% en ofensiva y 82,4% en su aro. En el primer cuarto, las segundas opciones panameñas fueron lo que más sufrió Uruguay, permitiéndoles anotar 6 de los 15 puntos del cuarto desde segundas oportunidades. Sin embargo, pese a haber tenido un cerco reboteador un poco menos efectivo que en los juegos anteriores, Uruguay no sufrió tanto en este aspecto en el partido gracias a su altísima efectividad, provocando que la cantidad total de rebotes del partido fuera muy baja (34 entre los dos equipos).
Otro aspecto que marca el buen juego desarrollado por Uruguay son las asistencias sobre pérdidas. Entre el segundo y el tercer cuarto, cuando la celeste jugó mejor colectivamente, alcanzó 2,50 asistencias por cada pelota perdida, para cerrar el partido con 1,11. En este aspecto destaca la gran actuación de Luciano Parodi, que entregó 5 asistencias perdiendo únicamente 1 balón. Cabe destacar que este fue un aspecto flaco del equipo panameño, promediando únicamente 0,67 asistencias por cada pelota perdida.
Por último con respecto a las pérdidas cada 100 posesiones, nuevamente el mejor momento de Uruguay fueron los dos cuartos donde encaminó su victoria, el segundo y tercero, donde promedió únicamente 16. En el global terminó promediando 22,8, un poco por encima de los otros dos juegos, pero no es tan descabellado pensando que el partido se jugó a mayor ritmo que los anteriores. El equipo panameño por su parte cerró el partido perdiendo 27 pelotas cada 100 posesiones.