Basquet Caliente

diciembre 4, 2023

Internacional

Derrota que duele

Lenovo Tenerife jugó un segundo tiempo para el olvido y cayó como local 92-87 (5) frente a Monbus Obradoiro. Bruno Fitipaldo anotó seis puntos. Bruno Fitipaldo: 17:16 minutos, 6 puntos (1/2 dobles, 1/4 triples, 1/1 libres), 1 asistencia, 1 recupero y 2 pérdidas. Fuente: ACB Pese al inicio arrollador del Lenovo Tenerife, el Monbus Obradoiro se apoyó en un magistral Thomas Scrubb (26 ptos, 31 val) para conseguir la primera victoria de su historia en la cancha aurinegra (87-92). El Monbus Obradoiro sorprendió al Lenovo Tenerife en el Santiago Martín con un agónico triunfo (87-92) cimentado en el juego interior, tras ir el conjunto canarista ganando de hasta 13 puntos, en un choque en el que destacó el canadiense Thomas Scrubb -26 puntos y 31 de valoración- por encima del talento interminable del brasileño Marcelinho Huertas -20 puntos y 4 asistencias-. El conjunto lagunero, con Gio Shermadini sacando petróleo en la pintura y Sasu Salin desenfundando su mejor repertorio desde el perímetro -12 puntos entre los dos jugadores en cinco minutos-, empezó pasando el rodillo sobre el conjunto gallego, que en el ecuador del primer cuarto se vio forzado a solicitar el primer tiempo muerto merced a un demoledor 16-5 de partida. Solo Scrubb y Zurbriggen encontraban aro en esos compases iniciales. Los de Moncho Fernández intentaron despertar, pero sobre la trinchera gallega cayó toda la batería exterior del Lenovo Tenerife (6/7 en triples), estirándose la ventaja isleña hasta los 13 puntos (27-14). En cualquier caso, el Monbus Obradoiro trató de no ceder y consiguió edulcorar el primer periodo con los arreones de Álex Suárez y Guerrero (29-20). En el segundo asalto, Howard y Kloviar acortaron distancias (31-25) pero de nuevo Huertas impuso su jerarquía en la dirección canarista, elevando la renta por encima de la decena tras un triple de Abromaitis (36-25). Fernández trató de castigar al Lenovo Tenerife sacando a pista a dos pívots como Pustovyi y Blazevic, al jugar el equipo local con un ‘cuatro’ abierto como Abromaitis. Pero la ecuación, que parecía hacer daño en la retaguardia local, terminó desactivándose con la tercera personal del interior ucraniano a cinco minutos para el descanso (38-31). Sin embargo, el duelo siguió sin cambiar el guion establecido. Salin siguió rompiendo su maleficio de esta temporada desde el 6,75, mientras Shermadini continuaba engordando estadísticas desde la línea de personales (11 puntos en el primer tiempo, aunque el Monbus Obradoiro no estaba dispuesto a quedarse a la deriva ante tal derrama de puntos (51-44). No obstante, Ristic y Jaime Fernández volvieron a dar oxígeno al Lenovo Tenerife para sellar al descanso un cómodo 55-44. En la reanudación, el Monbus Obradoiro volvió a apretar en el juego interior, con Pustovyi poniéndose las botas tras la tercera personal de Shermadini (57-54) en un 2-10 de parcial para los visitantes. Apenas Huertas conseguía desatascar a los locales, porque los compostelanos siguieron oliendo la sangre, hasta que Álex Suárez y Scrubb pusieron en vanguardia a los suyos desde la línea de personales (62-63). Ante esa nueva panorámica, Fernández y Fitipaldo desentumecieron a un Tenerife que se había quedado más que rígido en los últimos minutos, dando un nuevo repunte a los isleños (72-69) a la espera del último cuarto. En el desenlace, volvió al parqué Pustovyi como ariete gallego, pero la magistral dirección de Fernández y Huertas permitió revivir al Lenovo Tenerife (80-73). Aún así, al Monbus Obradoiro parecía darle igual, acostumbrado a ir a contracorriente y a aguantar las embestidas. Scrubb asumió los galones, que junto con Howard lanzaron el último órdago (80-79). Shermadini volvía al banquillo con la cuarta personal, algo que agradeció Pustovyi, si bien ambos equipos encadenaban errores en los dos aros. Pustovyi y Scrubb ponía tres arriba a los gallegos (80-83), para recrudecerse a continuación el intercambio de canastas. Huertas apuró el milagro pero ya era demasiado tarde. El Monbus Obradoiro se llevó un agónico duelo (87-92) que le permite remontar el vuelo en la Liga Endesa, mientras el Lenovo Tenerife se atasca en la lucha por el billete copero.

Internacional

Se escapó en el cierre

Real Betis sumó una nueva derrota en la LEB Oro, en esta oportunidad como local y en alargue frente a Alimerka Oviedo Baloncesto en cifras de 94-85 (9). Joaquín Rodríguez fue titular y tuvo una destacada actuación. Joaquín Rodríguez: 33 minutos, 12 puntos (4/9 dobles, 1/4 triples, 1/1 libres), 4 rebotes, 1 recupero y 1 pérdida. Fuente: Diario de Sevilla A Javi Carrasco lo cambiaron porque no veían mejora. Con Bruno Savignani el equipo no es mejor y, lo peor, cuando debe notarse la mano del entrenador para ganar un partido sencillamente no hay mano. El Betis Baloncesto perdió por 85-94 ante un Oviedo que sí tiene el sello que le imprime Javi Rodríguez, el genial ex base que ahora da lecciones desde el banquillo. Le ganó la partida al técnico italo-brasileño, que decidió jugar sin pívots y fueron los interiores visitantes los que marcaron diferencias antes de que Josep Pérez decidiese con tres triples en la prórroga con un parcial de 10-19 en esos cinco minutos. Para hacérselo mirar Aun así el equipo se recompuso y pudo ganar antes de ese tiempo extra, pero no hay mando alguno en el conjunto hispalense. 75-75 tras una canasta de Barnes y Horton hace tontamente campo atrás jugueteando con la pelota. Match ball. Pero hay que saber jugarlo, entender que Oviedo tiene una falta por hacer y que en cuanto alguien ponga la directa a la canasta alguien hará la falta. No fue así, 12 segundos mareando la pelota hasta que Barnes enfiló la canasta recibiendo la personal con poco más de tres segundos por jugar. Ni siquiera en ese tiempo fue capaz el Betis de intentar lanzar y perdió la oportunidad. Y ya se sabe, oportunidad perdida, encuentro perdido. Porque tres triples en la cara de Barnes de Josep Pérez acabaron con un Betis sin capacidad de reacción, con una zona extraña para reforzar la pintura que no evitó las canastas exteriores del rival para llevarse otro triunfo de un San Pablo que esta vez si apretó, pero tampoco fue suficiente. A esa opción de ganar llegó el Betis siempre a remolque, incapaz de imponer su filosofía de juego, la que tenga porque todavía no está muy definida, y aprovechando los regalos de un rival que iba a tirones gracias a los puntos de Marc Martí por dentro y los de Horton por fuera. No estuvo nunca por delante en el tercer cuarto y tomó ventaja al final del cuarto definitivo, 73-72, cuando una pedrada de Barnes permitió a Horton poner a su equipo por delante por 73-75. Barnes entró a canasta y el base rival regaló el último balón a un Betis que no supo jugar ese ataque decisivo. No se enteró el Betis Baloncesto de que el partido había empezado hasta transcurridos cinco minutos de juego. Antes, poco movimiento del balón, alergia a la zona y muchos tiros errados. Demasiados. Eso permitió al Oviedo con un juego fácil de buscar a su interior abrir brecha con un peligroso 2-13 ante el impasible Savignani. Sólo un 2+1 de Joaquín Rodríguez despertó al equipo, que de la mano de los triples de Kuksiks pudo meterse en el encuentro (18-21). Pero al baloncesto se juega con un tío alto en la pintura anotando, asistiendo o atrayendo a las defensas para dejar liberados a sus compañeros. El conjunto verdiblanco decidió jugar sin pívot y no sólo porque Berzins, su único cinco, cometiese su segunda falta a los 2.35 minutos de juego. Juega sin nadie por dentro porque parece que el entrenador no cree en ese estilo de juego, pese a que Rozitis y Marc Martí le demostraban en la otra canasta todas las ventajas una y otra vez. La primea ventaja del cuadro sevillano llegó al inicio del segundo cuarto con una canasta de Barnes (23-21) y hasta el 29-28 aguantó el Betis, con otro triple de Kuksiks tras una asistencia casi de voleibol de Berzins en el primer balón que el conjunto hispalense puso en la zona. Y es que cuando la única filosofía de juego es tirar triples o entrar a canasta uno solo contra el mundo lo normal es que la cosa no salga bien. Los tiros exteriores dejaron de entrar porque se movía poco y mal la pelota por parte de Rogic y Barnes ¿Por qué no intentar algo diferente con Pablo Marín? ¿Por qué no probar a defender en zona para que los interiores no se cargaran de faltas? No había nada de eso en la libreta de Savignani. Así, del 31-31, tras los tiros libres de un desacertado, y cada vez más ofuscado Polanco, al 31-44: parcial de 0-13 con 10 puntos de la pareja interior visitante, además de un triple de Horton, frenado con una canasta de Djedovic sobre la bocina mal defendida por el Oviedo. Y es que los de Javi Rodríguez tenían una falta por hacer antes de enviar a un rival a la línea de personal y a nadie se le ocurrió meter la mano ante el enfado del ex jugador en el banquillo. Ese error no se repetiría al final. Lo de las faltas es un problema grave en el Betis. Las tontas que comete y las que pitan árbitros con aires de grandeza que jamás estarán en la ACB por que no valen y tratan de ser protagonistas a golpe de silbato: 12 faltas de los locales y siete de los visitantes en en el primer tiempo, que es verdad que apenas tenían que esforzarse en defensa porque no había nadie de verdiblanco con el que pegarse en la pintura. La segunda parte fue un quiero y no puedo de unos y otros. La única forma de que el Betis ganara el encuentro es que el Oviedo lo perdiese. Y casi es así, porque estuvo siempre por delante en el tercer cuarto y la mitad del último, pero el arreón final de los locales casi le cuesta el encuentro con Kuksiks y Polanco buena parte del tiempo en el banquillo. Rogic y Barnes tiraron del carro, pero no da para ganar partidos y este Betis sigue sin dar buenas sensaciones y acumulando

Internacional

Abrazado a la Gloria

Instituto de Córdoba, con la participación de Nicola Pomoli, venció 81-72 (9) a Titanes de Barranquilla y se consagró campeón de la Liga Sudamericana. Fuente: FIBA Instituto (ARG) vino de atrás y remontó una diferencia de 12 puntos (46-34) al medio tiempo, para terminar imponiéndose sobre Titanes de Barranquilla (COL), por 81-72, en la Gran Final de la edición número 26 de la Liga Sudamericana de Baloncesto (LSB), que se jugó en el Palacio Peñarol de Montevideo, Uruguay. Fue el primer título en la historia para el club cordobés, que se quedó con el trofeo Horacio Muratore, luego de su medalla de plata en la edición de 2018. Además, fue el cetro número 13 para equipos argentinos, en el historial del torneo, lo que deja a Argentina como el país más ganador, seguido de Brasil con 12 y Venezuela con uno. La clave para Instituto fue una racha de 30-11 en el tercer cuarto, que le permitió darle la vuelta al marcador y pasar al frente 64-57, para entrar al último acto. Los dirigidos por Lucas Victoriano sufrieron en la primera mitad tras apenas anotar 2 triples en 17 intentos, mientras que sus contrarios en ese lapso embocaron 6 de 13. Pero después del descanso, todo cambió. El IACC apretó en defensa y encontró su tiro desde la larga distancia para establecer el gran parcial a su favor. En ese tercer acto encestaron 6 de 8 disparos detrás del arco. En el período final, los argentinos mantuvieron su nivel de intensidad y la buena puntería con otros 4 triples en 10 intentos, incluido uno de Mauro Cosolito que entró como una daga para quebrar el partido, al poner ventaja de 77-70, con 2:14 minutos por jugarse. Bryan Jefferson comandó la ofensiva de los ganadores con 23 puntos, 4 aciertos desde tercera dimensión y 12 rebotes. El escolta Nathan Hoover terminó con 22 unidades y 3 triples, en tanto que Cosolito colocó 16 contables y Gastón Elías 9, con 3 de 4 desde tercera dimensión. Hoover fue designado Jugador Más Valioso de la competición y encabezó el Quinteto Ideal junto a su compañero Jefferson, el base Joshua Webster, de Gimnasia y Esgrima de Comodoro; el alero Josimar Ayarza, de Caribbean Storm y el pívot Eloy Vargas, de Titanes. El dominicano Vargas dejó un doble-doble de 15 puntos y 15 rebotes, además de 3 bloqueos, para los barranquilleros. Los puertorriqueños Jonathan Rodríguez anotaron 17 y 12 respectivamente y Juan Tello agregó 9 unidades, con 10 tableros y 6 asistencias, pero él y el venezolano Jhornan Zamora, lanzaron apenas para 2 de 11 desde el campo, cada uno. Titanes, a pesar de la caída, ha venido creciendo en la región. En la temporada anterior ocupó el tercer lugar y ahora mejoró hasta la segunda plaza.