Difícil para sagitario
La Euroliga decidió no adelantar sus partidos, luego de que FIBA decidiera mover las fechas de las ventanas clasificatorias y cada vez es más difícil que Jayson Granger pueda defender a Uruguay rumbo a China 2019. Luego de la propuesta elevada por FIBA, que proponía cambiar las fechas de las ventanas clasificatorias para los últimos días de la semana, con la intención de que la Euroliga adelante sus partidos, la respuesta no fue la esperada. “La propuesta de la FIBA no resuelve los principales problemas del ‘calendario FIBA 2017’ aprobado por la propia FIBA e impuesto sin ninguna consulta ni acuerdo previo a los clubes. En su lugar, la propuesta genera más dificultades”, explica la Euroliga en un comunicado, según informa el sitio Gigantes del Basket. Según la Euroliga, la propuesta FIBA “no pone solución al problema más importante, ya que no todos los jugadores estarán disponibles para los partidos oficiales de selecciones (por ejemplo, los que disputen las principales competiciones de Norte América), dañando así el producto, no satisfaciendo las demandas de los aficionados, poniendo a algunos equipos nacionales en desventaja y produciendo una discriminación entre los jugadores del mismo país”. Apunta también que el calendario “incrementa los viajes y el número de partidos para los jugadores, forzándoles a jugar un gran número de encuentros en un tiempo muy reducido sin días de descanso, aumentando el cansancio y el riesgo de sufrir una lesión”. Pero añade que está abierta a dialogar. Su comunicado ha tenido réplica por parte de la FIBA: “Este pequeño ajuste habría resuelto de inmediato el conflicto con el calendario, que la propia Euroliga creó publicando un calendario que ignoraba las fechas que la FIBA anunció en 2015 para las eliminatorias de clasificación para el Mundial”. “Se ha perdido una oportunidad de oro para resolver el problema del calendario de una manera positiva para los jugadores, los clubes, las selecciones y, por supuesto, los aficionados”, continúa, antes de subir el tono: “Esta decisión confirma también que la Euroliga se centra en el interés de un pequeño grupo de clubes, descuida tanto la familia de baloncesto como el desarrollo del deporte en Europa, así como los ataques de las selecciones”.