Rodrigo Riera dejó de ser el entrenador de Unión Atlética y habló para el programa Último Cuarto de Sport890 explicando con detalles cada una de las situaciones que tanto él como los jugadores tuvieron que vivir a lo largo de estos 9 partidos. Expresó entre otras cosas la poca paciencia de la directiva desde el principio, el poco apoyo que se tuvo y la forma en la cual lo destituyeron del cargo. En primer lugar Rodrigo dijo, «El momento en el que a mí me sacan de técnico no me parece el correcto y más habiendo hecho el partido que hicimos contra Biguá. Levantarlo y ponernos en partido después de que nos sacaron 20. Si hubiese sido en otra situación, lo hubiese entendido, Pero la verdad que así no. Desde un primer momento me dijeron que ya estábamos descendidos y varias veces estuve con la presión de la dirigencia atrás de que había que ganar en los próximos partidos y por eso me la veía venir». Por otra parte en la nota con los colegas de Último Cuarto dijo, «La desprolijidad con la que se maneja la dirigencia de Unión viene de hace mucho tiempo. A mí me querían sacar después de la tercera fecha diciéndome que ya estábamos descendidos. Ahora, por un mal manejo con mi situación tengo que abandonar el cargo luego de haber formado un grupo, haber hecho una pretemporada y nunca está bueno, pero son las reglas del juego. A mí no me molestó que me sacaran porque están en su derecho, pero sí la forma y el momento». El ahora ex entrenador manifestó su disconformidad por quién le comunicó la noticia, «A mí me llamó de noche un directivo nuevo luego de haber entrenado. Me duele esto porque el que me lo tendría que haber comunicado era el presidente o Jorge Dell y no un nuevo directivo». Riera apuntó también a la presión que existió desde la fecha 3 con su trabajo y el equipo, «Nosotros después de los partidos contra Malvín ya nos decían que estábamos descendidos y que de ahí en más tenía que ganar. Contra Larre Borges me lo dijeron, contra Welcome también y frente a Goes pasó lo mismo. Trabajar así era complicado, los jugadores sabían todo esto y para ellos también les fue difícil. Más aún, sé de buena fuente que en el entretiempo del partido que jugamos contra Goes gente de Unión llamó a un entrenador para ver si agarraba el equipo. Gracias al respeto que el colega tuvo con una persona que estaba dirigiendo no aceptó. Entonces, el manoseo hacia mi trabajo en varias oportunidades no fue bueno». Y añadió, «Después de ese partido yo iba a renunciar y los jugadores me agarraron y dijeron que no se renunciaba, que esto lo sacábamos todos adelante y por ellos seguí al frente del equipo». Sobre la opinión en cuanto a la dirigencia el ex entrenador de Unión explicó, «Nosotros hicimos malos partidos, pero también buenos que terminaron en derrotas y la directiva no lo entiende y no lo va a entender. Ellos solo se fijan en las derrotas y nada más. Con Aguada de visitante hasta el último cuarto fuimos el equipo que le hizo más fuerza. Trouville perdió ahí, Macabi perdió también y nosotros jugamos un buen partido. Tampoco se dio contra Goes que igualmente y hasta el último cuarto logramos llevarlo parejo, en el Palacio contra equipos con mejores planteles y poderío económico. Y por esto yo no me saco la culpa de nada, pero con la presión que teníamos todos no era fácil trabajar así». Además, se refirió a la lejanía que tuvo la directiva con el plantel, «No hubo un dirigente apoyando a los jugadores o al club después de la derrota de Aguada y tampoco en las malas. No es estar solo en las buenas en que hay que aparecer. El jugador lo siente y el apoyo para todas las partes tiene que estar y no se dio en ningún momento». Fue autocrítico con su trabajo y explicó lo siguiente, «No me pueden decir a mí que no intentamos revertir la situación por todos los medios. Intenté, intenté y junto a los jugadores hicimos distintas cosas para cambiar la pisada y no se dio. Hay veces que tus rivales son mejores, tenes malas noches y pasa de que agarras una muy mala racha deportiva, pero no se puede crecer si no hay un apoyo para todos. Tuve mi experiencia como DT, esta salida no es buena y estoy angustiado, pero son las reglas del juego y hay que aceptarlas». En cuanto a su relación con los jugadores Riera manifestó que no tuvo problemas con ninguno, «Los jugadores me llamaron personalmente, todos. Se enteraron a través de un grupo que tenemos y en seguida se preocuparon por mí. Siempre tuve un buen trato con ellos. Se sienten tristes porque dicen ser culpables de esto y la culpa acá es de todos. No pasa por los jugadores. Yo estoy tranquilo de que trabaje siempre e hice todo lo posible para revertir la situación». También contó un episodio que se vivió con hinchas y jugadores, «Luego del partido contra Goes, en uno de los entrenamientos algunos «hinchas» vinieron a la cancha e increparon a los jugadores. Pasaron un momento feo. Algunos directivos estuvieron y cuando volvimos de ver un video del partido anterior, los «hinchas» seguían ahí, no los sacaron. Yo les consulté a los jugadores si querían entrenar y ellos siendo muy profesionales y no de la mejor manera me dijeron de seguir con el entrenamiento igualmente habiendo pasado un feo momento». En cuanto a la situación con su asistente Martín Sedes quien finalmente se quedó como DT del plantel principal explicó lo siguiente, «Martín me llamó luego de que me cortaran para decirme que le habían ofrecido el cargo. Yo no le dije nada, ni que no agarrar ni que sí porque era su decisión. Luego, me enteré que había aceptado y me enojó. Esta misma directiva a principio de año a él no lo quería y fui